La Trampa del SOl
Es como denominamos dentro de los procesos de alquimia interna a la reubicación del Ego. El reconocimiento y aceptación del Yo como identidad es totalmente necesario y es un proceso por el que debemos pasar para re-encontrarnos realmente. Cuando conseguimos aceptar y reconocer eso Yo, es decir, cuando nos aceptamos y comprendemos que no debemos mirar fuera sino dentro, conseguimos una paz y fuerza interior muy gratificantes, al igual que una comprensión importantísima para nuestra vida, pero muy peligrosa a la vez. Como hemos dicho, es un proceso que debemos hacer, pero también es un proceso que debemos soltar. Esta etapa al igual que virtudes tiene sus peligros y el más significativo es la Trampa del Sol. Cuando nuestro Ego se reubica desde esa posición, con ese conocimiento y comprensión se vuelve más fuerte que antes y con un poder que no debiéramos subestimar. Ya que ahora, parte no sólo de su fuerza sino la del conocimiento adquirido en el proceso y, generalmente arrastra a mucha gente porque aunque es un sol falso, en un inicio su destello es muy fuerte y atrae al Ego de los demás rápidamente, aunque después la luz interior sea una gran oscuridad. El pequeño yang es atraído por el gran Yang.
Para que lo entendamos, podríamos compararlo a la falsa espiritualidad que nos venden del otro lado del charco, esa espiritualidad anglosajona que te invita a que realices tus sueños, a que consigas lo que quieras, a que no consideres lo de tu entorno y sobre todo una espiritualidad que en lo más hondo no hace más que reforzar tu Yo y tu Ego. Por ello os animo a que recuperéis las enseñanzas clásicas de manos de culturas ancestrales con raíz y sabiduría y experiencia suficiente para abriros la vía, clásicos y autores como Seneca, Epicteto, Lao Zi, Zhuang Zhi, I Ching, Huandi Nei Jing Su Wen, , Ibn Arabi y un largo etcétera que podréis encontrar en las enseñanzas clásicas. Conectad con la que más os resuene, abrazarla y comenzad a encontraros.
Un abrazo